Mañana no nos levantaremos sin piernas. Mañana, cuando despertemos, no será en una cama de hospital. Mañana no nos dirán que estamos en Fábrica de Sueños. Mañana miraremos la televisión, escucharemos la radio, leeremos los periódicos y nos daremos cuenta que sí, que no era broma, mentira u otra cosa por el estilo. Perú goleó 1-4 a Paraguay, lo cual le significa a la afición un subidón de ánimo y un asegurado buen humor para el viernes, así te levantes a las 4am o tengas clases a las 7am. 

Pero qué partido. Es decir, pocas veces se vio a una selección peruana como la de hoy: combativa, con ideas, lúcida, aplicada, buscando goles hasta debajo de las piedras. Si no viste el partido, por favor, te pido que lo busques en YouTube, que descargues los videos del partido, de los goles y los tengas bien escondidos, como los buenos recuerdos. Para quienes sí vimos el partido, será un recuerdo que no se va borrar de nuestras mentes jamás. Nos vamos a llevar a la tumba el gol de Ramos ("pero qué me estás contando, que Perú le metió un gol de cabeza a los especialistas en juego aéreo, JAAAAAAAAAAAAAA!"), el gol de Flores a pase de Cueva (con suspenso lo hizo, pero ya qué), el gol del mismo Cueva (se lo merecía, seamos justos) y el autogol de Benítez que lo único que hizo fue decirnos a nuestros adentros: "Hoy nos está saliendo de todo, hasta los autogoles".

Más allá de los memes, de los récords que hayamos roto hoy, de las caletas de Míster Chip que dictan que desde 1965 no ganábamos anotando 4 o más goles (eso, aunque no te lo creas, sí pasó) o que llevábamos 12 años sin ganar de visita, es momento de disfrutar. Es decir, si te sientes bien porque tu selección gane un partido, imagínate como se debe sentir ganar, golear y encima gustar. Combo completo de magnitudes incalculables. Del triunfo de hoy seguiré pensando que ni el más optimista pensaba que, al final de los 90', íbamos a ganar así. Qué análisis ni qué nada, hoy se duerme con una sonrisa y se despierta tocando realidad: aún estamos fuera de la zona de clasificación. ¿El triunfo vale para ilusionarse? Por supuesto. ¿Hay chances? Sí, las hay, pero paso a paso. Se viene Brasil (el líder) en Lima el martes. 

Por hoy déjennos ser felices. Gracias, selección peruana.